23 oct 2010

De cuando el telón finalmente subió.

Según una página que estoy leyendo, el 21 de octubre ha tenido eventos muy importantes durante la historia de la sociedad civilizada. Entre los que más me llamaron la atención es que por ejemplo el 21 de octubre de 1879 Thomas Alva Edison inventó el bombillo. Este mismo día pero en 1805 se dio la histórica batalla naval de Trafalgar adonde la navía real inglesa al mando del vicealmirante Horatio Nelson aplastó a la flota hispano francesa dejando a la historia una genialidad de la técnica naval bélica. Pero bueno, vámonos unos cuantos años hacia adelante, unos 205 para ser exactos, al 21 de octubre del 2010. Este día no nos ofreció ni inventos, ni batallas ni nada así, nos brindo una cena, un proyecto y el principio de un largo camino. Así fue como nació "Cocina Tripartito by Caníbales Urbanos".

Desde hace varias semanas ambos bandos de Casa Tripartito y Caníbales Urbanos se enfrascaron con ideas, proyectos e ilusiones. Con un frente en común de poder renovar, innovar y disfrutar, se pusieron a trabajar en un proyecto que pudiese taclear esos tres factores de un solo. La pregunta era fácil, ¿Como mezclar diseño de modas, muebles y espacios y creaciones de espectáculos con la gastronomía?. La respuesta es lo que se torno a ser un poco difícil. Muchas ideas empezaron a llenar toda la casa, noches temáticas, un restaurante itinerante, talleres de cocina para que todo mundo pueda aprender facilmente el arte de cocinar sin tener que ir a clases de ama de casa. Al fin y al cabo fueron tantas ideas que se necesitaron como 4 reuniones solo para poder hablar de planes a futuro.

Después de mucho planear y hablar se llego a la idea del proyecto que ahora tenemos. Nuestra siguiente interrogante fue, ¿Cuando y como la presentamos al público?. Tenía que ser un evento digno en materia de planeación y montaje del nivel de los amigos de Tripartito y digno también en materia gastronómica del nivel de los Canibales.  La fecha que se pactó, el jueves 21 de octubre del 2010. Muy poco tiempo para planear algo tan grande pero aún así con el reto puesto, nos dimos a la tarea de lograrlo. Iba a ser una cena pequeña, con nuestros amigos y colaboradores más cercanos para que ellos fuesen los primeros en ver y entender lo que queríamos hacer. El menú, el menú iba a ser un reflejo de lo que nuestra primera temporada y toda nuestra ideología de trabajo en esto mostraría. Comida costaricense vieja, buena y renovada para competir en nuestros tiempos. Todo lo que comíamos en nuestra infancia que ahora no lo hacemos por ser mártires a la comida rápida, a la vida rápida y al tiempo rápido.

Nos dimos a la tarea de traer de vuelta y montar de una vez por todas la escena culinaria local como debe ser, de la mano de los que quieran ayudar. Con nosotros están artistas, amigos y gente que le gusta comer bien. Con eso nos basta y sobra, dennos 5000 personas y le hacemos el pique al muchacho ese de pelo largo y túnica que dio de comer en el desierto una vez. Desde dos días antes ya todo estaba corriendo como si tuviese cachiflines por todo lado. Reuniones de estrategia diarias en Tripartito, correr a Tierra Dominicana a conseguir el pato para la cena, comprar la tela para manteles, alquilar las sillas y mesas y terminar la presentación que se mostraría a nuestros invitados para enamorarlos de nuestras ideas todo se fue haciendo como si no hubiese un mañana porque, diay, no lo había.

El 20 de octubre fue como el día previo a la hora cero, las horas antes de el avance a Normandía. La calma reinaba en el ambiente, sabíamos lo que teníamos y adonde queriamos llegar. En mi cocina de la casa, los caldos hervían, los cuchillos picaban hasta lo que no había que picar, la música emocionaba más y más el ambiente de trabajo y todo se iba dando. Para el 21 de octubre ya estaba todo listo, para cuando llegué a tripartito después de recoger las mesas y sillas y al ver como todo iba tomando forma, me emocioné, no voy a decir que no. Fue emocionante y reconfortante ver a tanta gente trabajando por una causa en común. Mientras que en la cocina empezabamos con lo nuestro, afuera Juan Manuel y los demás ponían a punto el salón. Un mantel de flores, una mesa con un mantel dorado y flores frescas y un par de cuadros adornaban la sala junto a la ropa del lugar.

Para las 8 de la noche ya empezaron a llegar todas las personas, era hora de salir a escena. El que diga que los nervios no lo atacaban, me convencen por valientes o por mentirosos. El menú para la noche, cuatro platos clásicos reinventados, sangría, fresco de cas con flor de jamaica, un equipo de chefs, un diseñador de modas y una idea para convencer. Cuando el reloj dijo que eran las 9, salimos a presentar el proyecto, Alonso y yo en nombre de los Caníbales y Juanma en nombre de Tripartito. Después de hablar un momento me devolví a la cocina a empezar a sacar la comida. Primero salió una versión nueva de una sopa de ayote, nada ostentoso, simplemente una buena sopa con una sorpresa. Segundo plato un curry de vegetales como para recordar los guisos de la abuela. Plato fuerte, la estrella de la noche según mucha gente, la manera de ver carne mechada y picadillo por los Caníbales Urbanos. Pato cocinado en 3 maneras distintas (confitado, guisado y luego salteado) con piña igual guisada, piña asada a la plancha y un ragout de maíz dulce fresco, zapayo y chile jalapeño. Con este plato los caníbales le enseñaron a los comensales que la comida tica no tiene que ser solo platos sin acabar nunca y chorchas de salsas y comida por todo lado. Si se quiere, se puede lograr cocina refinada costarricense.

Para el postre salieron las típicas galletas de panadero, sí, esas que todo mundo ha comido alguna vez. Son blanquitas, pequeñas y crujientes pero livianas. Saben a lo que son, galletas de panadería de verdad, no un lugar que vende por kilo ni otro que es el clon y un musulmán y armani. Estas acompañadas por nuestra versión de jalea, una compota de melocotón, mango y nectarina y una infusión de flor de jamaica, limón y jengibre. La gente de nuevo maravillada, la comida y la noche había logrado su cometido. Saqué a mis ayudantes caníbales para que se dieran a conocer al mundo y ahí recibieron su primera ovación por una comida. Se siente como tirar un juego perfecto en beisbol, ganar el premio Nobel o lo que ustedes quieran imaginar que le llena a uno hasta las plantas de los pies. Comentarios se escucharon, consejos, recomendaciones y felicitaciones volaron y así terminó nuestra noche. Lo habíamos logrado, "Cocina Tripartito by Caníbales Urbanos" era una realidad.

Para terminar esta reseña que por emoción se hizo un poco larga, si pudiese agradecer a cada persona que nos ayudó a llegar aquí lo haría pero no me se todos los nombres. Gracias a todos, por ir, por leer el blog, por ayudarnos a surgir y por hacernos ver que aquí en Costa Rica tenemos un lugar para jugar. Me gasto en elogios y gracias para Pepín, Alonso y Luchi, ustedes son mi equipo de trabajo, somos los mejores, ustedes lo saben y yo lo se y con eso me basta. Muchas gracias a Juan Manuel Garro, dueño de Casa Tripartito y genial diseñador de modas, con esta la volamos y ahora que se agarren todos confesados porque esto va para largo. Agradecimientos también a Marilyn Castellon, como dijiste, fuiste la señora de la fiesta que veía que todo saliera en la cocina, pero sin esa ayuda, fijo nos hundimos. A todos en Tripartito, los de La Piel de la Naranja y la Quince y a todos, muchas gracias por darnos la ayuda y bienvenida necesaria. Y como último mensaje, esperen lo que vienen, promesa canibal de que trataremos de hacer lo mejor siempre, ahora a seguir hacia adelante ya que el telón finalmente subió.

Daniel El Chef Canibal...

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