7 ago 2010

La Vida es Bella... Junior's

   Cuando uno es un chiquito del este o del sur de San José, más que todo del sur, uno tiene que pasar por tres tradiciones fundamentales para poder decir que vivió en serio una niñez plena. La primera, ir a montarse en los juegos mecánicos y el trencito de Plaza Víquez. En segundo lugar ir a ver y darle de comer a las palomas en la Plaza de la Cultura y luego pasar a la mac a comerse una cajita feliz. Por último ir a tirarse en cartones en las montañas huequeadas del Parque de la Paz. 
   
    Ahora, hay una tradición que no ha sido para todos. Es como una experiencia VIP que poco a poco se ha olvidado pero que sigue ahí vigente y deliciosa. Comerse una hamburguesa en Junior's en el Parque Central en la entrada del edificio adonde era Radio Maria, es algo que pocos hemos experimentado pero que todos deberíamos probar por lo menos una vez, pero no en la vida sino mínimo por mes. No esperen encontrar grandes decoraciones, letreros, o hasta sillas, aquí es a lo que vinimos, por las hamburguesas y perros calientes.
   
    Junior's da a entender una manera de vida muy certera, la simplicidad es bella. Este lugar y sus simples pero grandiosas opciones de comer son la justa defensa del criterio que manejamos aquí los canibales, "Si se es bueno, se es bueno, Si se es malo, se es malo". La mayoría de personas viven bajo un engaño. Siempre se ha pensado que los hongos, tocineta, aros de cebolla o cosas así "ayudan" al sabor de la hamburguesa. Lamento decir que este mandamiento dado a ustedes por los "profetas" de la tierra de TGIF, Hooters, Applebees y demás locales con más decoraciones que una tienda de chino y más placas de carro que un parqueo del MOPT es falso. En Junior's no se necesita nada de eso. Se podría hasta pensar que llegar a ponerle cosas así a una hamburguesa de ellos es un tabú hamburguesistico.
    
    Pero bueno, muchas flores y nada de comida. Las hamburguesas al igual que todo lo que venden es simple. Son tortas que son lo más cercano en sabor a las tortas de carne que uno hace en la casa. El queso no es madurado ni extranjero ni con nombres difíciles de pronunciar. En realidad cada tajada ni viene en su propio envoltorio, es queso amarillo de esos bloques grandes adonde cada pedazo viene separado por un pedacito de papel nada más. Un bollo de pan de hamburguesa de los de siempre, una rodaja de tomate, un par de aritos crudos de cebolla, lechuga fresca y las salsas de siempre son los otros acompañantes de este inmejorable sandwich.  

    Entendamos algo, una hamburguesa es genuinamente buena cuando no necesita hasta el fregadero encima para hacerte suspirar y sentirte genuinamente feliz. La comida que te ayuda a volver a una etapa adonde todo era más simple, los colores más brillantes y el tiempo más largo y útil siempre va a ser algo muy bueno. Con las hamburguesas de Junior's pasa exactamente eso. Comerse una hamburguesa de estas sentado en una de las banquitas del parque central es un honor que espera a todos y no discrimina a nadie. 

    Aquí no importa quién sos, como andás vestido o si andás en carro o a pie. Vale un pepino si tenés reservación o no, si conoces a X o a Y persona. Lo más importante, aquí no hay meseros con camisas de rayas y botones de todo tipo guindando, mujeres con el coeficiente de un mono de peluche o maes con complejo de paloma que andan sacando el pecho ante todo mundo volviendote a ver como si fueses menos o sofocándote. Aquí la relación es simple, hamburguesa + fresco + ambiente del lugar = EXITO!!!

    Vayan y prueben, siéntense a comer en el parque y a disfrutar de lo simple que puede llegar a ser la vida a veces. Quién quita que hasta salgan con un show incluido con Tango y sus juegos, chistes y peleas. Las únicas dos decisiónes que podrían hacerlos pasar un mal momento es, ¿Quiero una hamburguesa simple, una doble doble o una triple triple?, y, ¿Quiero otra o ya no aguanto?, buen provecho =D.


Daniel El Chef Canibal...

    

1 comentario:

Pepin Canibal dijo...

Comparto la idea de mi colega caníbal, el Chef Caníbal; yo que he propiciado el milagro de las hamburguesas de Junior’s, es una experiencia única cada vez que uno pide, cualquiera que sea, experimenta una oleada de nostalgia y felicidad al mismo tiempo, así como cuando uno piensa en la mujer que le gusta (en mi caso); es ese éxtasis en decir…que hamburguesa mas buena!!!! Y si quedamos con hambre, vamos por otra. Así es la vida, unos comen por comer, otros porque que les queda; pero para los que comemos porque nos gusta y vivimos por ello y para ello, nos fascina la buena comida, hacemos a un lado la mala. Así que para no hacer el cuento largo, si he de escoger entre una Big Mc, un Whopper o una hamburguesa de Junior’s, mi elección será la ultima.